Vacunas de ADN
Las vacunas de ADN ofrecen claras ventajas con respecto a las vacunas convencionales (basadas en virus o bacterias inactivados):
Son mejor tolerados, más baratas de producir y más fáciles de almacenar.
Se basan en inyectar moléculas de ADN portadoras de la información genética de los antígenos específicos del patógeno de interés. Actualmente, las vacunas de ADN se producen en escalas de 10 a 100 gramos.